Por Huesas del Vasallo.

Domingo, 4 de Junio de 2017.


Como el que no quiere la cosa nos hemos presentado en Junio, después de la ruta del día 1 por Valdecabras, hoy nos hemos venido arriba. Subimos a Tragacete, para recorrer prados barrancos y cañadas, que ahora están en pleno apogeo primaveral. Vamos a ser guiados magistralmente por Mariano Lopez y Jose Antonio, que nos llevan a conocer los restos de un asentamiento prerromano en Los Vasallos, Mariano nos lo presenta como Los Castillejos. 

En esta primavera atípica, por extremadamente seca y cálida, se agradece subir al frescor de los prados serranos que todavía aguantan el tipo. Hoy nos damos un baño de serranía, de esos que te recargan las pilas en un momento.

Nuestra ruta empieza en el área recreativa El Vasallo, unos cinco kilómetros más arriba de Tragacete, dejamos los vehículos en la portada de la finca, y empezamos a caminar hasta el collado de los Vasallos, donde enlazamos con la cañada real Rodrigo Ardaz, llegamos a la cabecera del arroyo de Las Vaquerizas, arroyo por el que descendemos un tramo hasta llegar al barranco de la cueva del Pinar, que remontamos unos metros para acometer finalmente el ascenso al asentamiento de Los Castillejos, situado en un promontorio a 1538 metros de altitud. Luego buscamos la vuelta conectando con el Gr 66 hasta el collado de los Vasallos, y terminamos refrescándonos en la fuente del área recreativa, un lujo de mañana.


En el área recreativa El Vasallo, encontramos esta fuente con sus gamellones hechos con un pino gemelo, una maravilla. Da gusto ver cuando las cosas se hacen bien.

Nosotros dejamos el vehículo en la portada de esta dehesa del Vasallo, en la Sierra de Tragacete.

Con un pinar de Albares que quita el sentido.

Empezamos la caminata por el camino que llega hasta el refugio. 

Y enseguida nos sumergimos en estos prados verdes, que aguantan dignamente la sequía de esta primavera. En estos días, cuando el año es lluvioso, todo esto debería estar completamente inundado.

A nuestra izquierda, el Vasallo.

Subimos hasta el collado del Vasallo, aquí enlazaremos con la cañada real.

Desde aquí vemos gran parte del valle del Júcar en la zona de Tragacete.

Aprovechando un mojón como soporte para la cámara, nos hacemos la foto de grupo gentileza de Mariano.

Y empezamos a bajar por la cañada hacia el arroyo de las Vaquerizas.

Seguimos en medio del gran pinar que cubre todo este monte. Esto es un lujo.

Allí al fondo empieza el barranco de las Vaquerizas.

Hoy reluce la fina corteza de los pinos, al sol de la mañana.

Un poco más adelante, hemos dejado el Vaquerizas y remontamos otro vallejo que nos conduce muy cerca de los Castillejos, es el barranco de la Cueva.

Vamos mirando las pequeñas pocejas que aún tienen algo de agua de recientes tormentas.

Y llegamos a un estrechamiento que nos hará trepar un poco.

Buen momento para otra foto del grupo. 

Y salvamos el único escollo de la mañana.

Vamos Mariano, una pequeña trepadita y arriba.

¡Mira que majo!

Un poco más arriba abandonamos el barranco, y nos dirigimos directamente en busca del Castro Celtíbero. Estamos frente a uno de sus muros principales.

Y aquí, ante los restos de construcciones adosadas a la "fortaleza", 

Tomamos la plaza. ¡Que jodío Mariano! con su paraguas y todo ante la previsión de tormenta. Con estas armas ya podrá. Según el mapa, estamos a 1538 metros de altitud, desde aquí se divisa gran parte de la sierra. Paramos junto a sus muros, al abrigo del viento, para reponer fuerzas.

Tirando del maltrecho zoom, alcanzamos a ver el cerro de San Felipe.

Junto al Castro hemos parado a almorzar, estamos en la mitad del recorrido de hoy, bajaremos en busca del trazado del Gr-66 para volver al collado de los Vasallos y regresar al punto de partida. Antes pararemos en el área recreativa a reponer líquidos. Vamos a volver por praderas plagadas de espinos en plena floración y con la vida abriéndose paso, un lujo.


Hemos bajado del castro y nos agrupamos antes de entrar en el último barranco de hoy, que sorprendentemente tenía algo de agua.

Aguas que cogen camino hacia Vaquerizas.



Entramos en la pradera, el tiempo está cambiante y aparecen las primeras nubes, se avecina tormenta para la tarde.

Esto es una gran alfombra.

En medio de la pradera, junto al rebaño de ovejas, fuimos testigos del nacimiento de este corderillo, que en apenas unos minutos de vida luchaba por ponerse en pie. 

Y de repente nos encontramos frente a este gran ejemplar de Espino Albar, un gran majuelo en plena floración, un arbusto estrella de estos prados.

Y es que en estos prados abunda el espino, con ejemplares bastante añejos.



En el merendero del Vasallo, los asaderos están ya precintados. Toda precaución es poca en estos días tan secos.

Un espacio limpio y bien cuidado.

Con su original fuente, a base de pino gemelo.

Con buen caudal.

Y con este posado nos despedimos por hoy. 


Estamos a escasos metros de los vehículos, hemos caminado unos 10 km. por praderas y vallejos fáciles de superar, nos hemos dejado preparada otra ruta en esta zona que ya veremos a donde nos conduce, será de exploración aunque finalmente acabaremos en un mirador privilegiado en esta sierra de Tragacete, pero eso será otra historia. Ahora ponemos rumbo a Uña para terminar la mañana como es debido.


Hasta pronto!!!





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