Segunda visita a la Peña del Halcón.

9 de Octubre de 2016.


Solemos decir que que el catálogo de senderos homologados de la provincia de Cuenca es una herramienta imprescindible para fomentar la afición al senderismo, pero se queda corto. Hay amplias zonas y muchos rincones que merecen estar en dicho catálogo, este es el caso de la Sierra de Tragacete, huérfana de rutas señalizadas, a excepción de la ruta del Masegar en Huélamo y el trazado del GR-66 que la atraviesa (y necesita mantenimiento urgente), no se encuentra ninguna opción para quienes no se lanzan a la exploración.

El caso es que hoy nos acercamos a la Sierra de Tragacete y vemos que la ruta prevista es de las que no tienen desperdicio, asequible para cualquier senderista acostumbrado a caminar, sin grandes desniveles y con unas vistas y parajes únicos.

Mas de dos años hace que vinimos aquí por primera vez, era primavera y los colores son muy distintos, podemos recordar aquella ruta en este enlace Tragacete Peña del Halcón. Hoy estas tierras están esperando ansiosas las lluvias otoñales.

Para poder hacer la ruta circular y terminar a una hora prudente, subimos desde Tragacete con el vehículo hasta la zona de los Centenares, por aquí enlazamos con el trazado del Gr-66 para subir a la sierra de Tragacete todo por senda, una vez en la parte alta, continuamos por el borde de la sierra en dirección a la Peña del Halcón, ahora campo a través. Atravesamos pinares y zonas de Lapiaz, tan características de nuestra sierra. Desde la Peña del Halcón, bajaremos de nuevo a los Centenares aprovechando otra vez el trazado del Gr. Cruzamos la hoya de las cortezas y llegamos al punto de partida pasado el medio día.



Imagen típica junto a la Peña del Halcón.

Llegamos a los Centenares y vemos la cornisa sobre la que caminaremos en breve, por la parte de la derecha de la imagen es por donde volveremos, a nuestra espalda comienza el camino de hoy.

Nos giramos y nos topamos con la grandeza de los Albares de esta sierra.

Y con los rebaños de ovejas que veranean aquí.

A estas alturas de año, estos prados deberían estar ya empapados de agua y verdor, hoy las ovejas consumen los últimos brotes antes de su viaje trashumante.

Subimos por el trazado del sendero Gr-66 a la parte alta de la sierra de Tragacete, muy cerca del Cerro de la Bandera, pero hoy vamos a continuar en dirección contraria, lo dejaremos a nuestra espalda.

Este borde de la sierra está prácticamente cubierto de pinos, pero siempre hay alguna zona desde donde asomarnos y ver los horizontes que desde aquí se divisan.


Y asomándonos encontramos La Mogorrita, hace tiempo que no subimos, a ver si nieva un poco y hacemos una ruta por allí.

Nos encontramos con una antigua Calera, en la sierra quedan muchas evidencias de los viejos oficios.

Ya estamos arriba y caminamos por estos pinares.

Allí abajo vemos la entrada hacia San Blas.

Estamos llegando a zonas pétreas. 

A todo esto recordar que tenemos una mañana espléndida, desde el primer momento nos hemos despojado de chaquetas, cielo azul y ni pizca de viento nos acompañan.

En muchas zonas de la sierra de Cuenca la roca queda al descubierto.


Atravesamos ahora este Lapiaz, uno de tantos que tenemos en estas muelas.


Algunos pinos le echan moral al asunto de la supervivencia.

Un poco de sesión fotográfica.

La erosión va poco a poco trabajando, se forman pequeños alveolos en los mares de piedra.

Levantando la vista del Lapiaz, vemos ya nuestro objetivo a tiro de piedra.

Aquí empieza el espectáculo de cornisas, orificios y formas imposibles, además de algún pino seco como en cualquier cornisa serrana que se precie.

Paco y Alfredo, que no conocían este paraje, impresionados con las vistas.

No es para menos, enfrente tenemos el gran Cerro de San Felipe.


Y detrás nuestro, el cerro de la Bandera allí arriba y el Lapiaz que acabamos de recorrer delante.

Cuevas y orificios desde los que asomarnos.



Y la roca que parece querer despegarse de la montaña.


Algunas de ellas preparadicas para el despegue.

Este paraje es de una belleza tremenda, tan cerca del pueblo de Tragacete y tan poco transitado, tiene una magia especial.


De esos lugares en que no encontramos momento de continuar la marcha.

Esto hay que inmortalizarlo.

La cornisa nos impide el paso en este punto y hay que desandar unos metros para subir a la parte de arriba. Un poco más adelante encontramos el sendero Gr, y por este pinar de allí abajo volveremos en paralelo al camino de ida, por la Hoya de las Cortezas.


A todo esto los Buitres a lo suyo.

Ahora vemos desde arriba por donde hemos estado hace un momento.

¡Que caprichosa es la erosión!

¡Vaaamooooooos que se nos echa la mañana encima!

Al final conseguimos continuar nuestra ruta, con el sol impactando de lleno en la caliza, y toda la zona de San Felipe como testigo al fondo.


Ahora continuamos sobre esta cornisa, saltamos el alto de Peña del Halcón para buscar la senda del Gr, y enseguida llegamos a las praderas de abajo.

Nos adentramos en estos soberbios pinares.

Y por esta canal enlazamos con el sendero.

Hace un momento caminábamos por allí arriba.

Ahora en perfecta formación, atravesamos los secos prados.

Se diría que un pequeño soplo de viento podría derribar el peñote, pero parece que aguanta estoicamente engalanando más si cabe estos cortados.

Y volvemos al principio, las ovejas están en plena hora de sesteo, nosotros oliendo los tercios.

Y la cabra.... pues como tal.

Y con esta última imagen de nuestra ruta, ahora superado el medio día nos despedimos por hoy.


Pues a esto es a lo que nos referimos al principio, una ruta cómoda, que se puede hacer en la mañana muy fácilmente y que recorre parajes únicos, algo digno de ver. 

En el siguiente enlace os dejo el trazado y perfil de la ruta:



Hasta pronto!!!


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